Photo: C. Brisco |
On y retrouve donc nos amis canadiens et jeunes parapentistes, pour passer quelques jours à profiter du climat et des conditions de vols. Certes ce n'est pas la meilleure période de l'année pour s'amuser à faire quelques petits cross, mais au moins on peut s'y dégourdir les ailes tous les jours et en bonne compagnie !
Photo: C. Brisco |
Après un bon repas et une courte sieste, on prend tous les 6 le chemin de Palo Buque, l'immense site de soaring qui a fait la renommée d'Iquique dans le monde du parapente. Imaginez la dune du Pyla en version géante, et vous aurez une petite idée de ce qu'est Palo Buque. Ici tout est permis, c'est un fantastique terrain de jeux où l'on peut prendre 1000 mètres de gaz en quelques minutes seulement, juste au bord de la mer. Nombreux sont les pilotes d'accros qui viennent ici pour s'entraîner ou apprendre de nouvelles figures, et pour nous il s'agit là de passer des heures à jouer dans le sable avec nos voiles. Un passe-temps divertissant, certes, mais un crève le cœur quand on voit les quantités de sable accumulées dans les caissons de nos jouets !
Photo: C. Brisco |
Photo: C. Brisco |
Después de los problemas que tuvimos en los últimos días, nos merecíamos un poco de descanso y sobre todo una buena ducha. Desde Calama, un bus nos llevó directamente hasta Iquique, donde nos esperaban Kyle y Chelsea, nuestros dos amigos canadienses encontrados en Lima. Después de haber atravesado el desierto de Atacama y reunido la costa, llegamos a Iquique de madrugada, que debe su nombre al quechua " ique-ique " que significa lugar de descanso. ¡ Bien a proposito este nombre porque es exactamente que necesitamos! ¡ Y mejor aún, Iquique es conocida como uno de los mejores sitios de parapente en el mundo ! Aquí, no hay necesidad de plantearse de cuestiones, se vuela cada día.
Encontramos allí a nuestros amigos canadienses y jóvenes parapentistas, para pasar algunos días disfrutando del clima y de las condiciones de vuelos. ¡ Por cierto no es el mejor período del año para divertirse haciendo unos pequeños vuelos de cross, pero por lo menos podemos desentumecernos las alas cada día y en buena compañía !
Nos acomodamos rapidamente en el FlyPark, estructura especialmente dedicada a los parapentistas de paso y en ni siquiera dos días, nos volvimos rutinarios. Después de un buen desayuno a base de ensalada de frutas tropicales y de tostadas de pan frances (¡ quedamos franceses ante todo !), nuestro grupo formado de canadienses, de suizos y de franceses se dirige en bus hacia el despegue de Alto Hospicio. Los autobuses van hasta dejarnos justo en el despegue gracias a una pequeña vía de circunvalación habilitada a propósito... Luego después de un buen momento en el aire, cuando el aburrimiento de girar siempre en las mismas térmicas se hace sentir, aterrizamos o a las puertas del FlyPark, o en la entrada del mercado para hacer unas compras... ¡ La vida es verdaderamente dura en Iquique !
Después de una buena comida y una siesta corta, los 6 tomamos el camino de Palo Buque, el inmenso sitio de soaring que hizo la fama de Iquique en el mundo del parapente. Imaginese la duna de Pyla en versión gigante, y usted tendrá una pequeña idea de lo que es Palo Buque. Aquí todo es permitido, es un campo de juego fantástico donde se puede tomar 1000 metros de altura en algunos minutos solamente, justo a orillas del mar. Numerosos son los pilotos de maniobras que vienen aquí para practicar o intentar nuevas figuras, y para nosotros se trata de pasar allí unas horas jugando en la arena con nuestras velas. ¡ Un pasatiempo divertido, por cierto, pero un pesadumbre cuando se ven las cantidades de arena acumuladas en la tela de nuestros juguetes!
Los días pasan y se parecen, y cada noche la pasamos con los amigos discutiendo sobre parapente delante de unas muestras de cervezas locales y de grandes trozos de carne. ¡ Estamos tan acostumbrados a este ritmo, entre descanso y diversión, que nos olvidamos que también existe una aglomeración de más de 300 000 habitantes del otro lado de las barreras de FlyPark, y uno de los más grande puertos comerciales de América del Sur !
Después de una semana pasada divirtiéndose en Iquique, es tiempo para nosotros de irse de nuevo. Nuestros amigos vuelven hacia el norte mientras que empezamos la bajada a lo largo de la ruta 5, la columna vertebral de Chile. A última hora de la mañana, salimos de nuestra habitación-contenedor y nos vamos a pie hasta la salida de la ciudad para irnos a dedo. El calor es sofocante pero no tendremos que soportarlo por mucho tiempo, porque somos muy rápidamente acogidos por Juan a bordo de su camión. Pero esto es otra historia...
Encontramos allí a nuestros amigos canadienses y jóvenes parapentistas, para pasar algunos días disfrutando del clima y de las condiciones de vuelos. ¡ Por cierto no es el mejor período del año para divertirse haciendo unos pequeños vuelos de cross, pero por lo menos podemos desentumecernos las alas cada día y en buena compañía !
Nos acomodamos rapidamente en el FlyPark, estructura especialmente dedicada a los parapentistas de paso y en ni siquiera dos días, nos volvimos rutinarios. Después de un buen desayuno a base de ensalada de frutas tropicales y de tostadas de pan frances (¡ quedamos franceses ante todo !), nuestro grupo formado de canadienses, de suizos y de franceses se dirige en bus hacia el despegue de Alto Hospicio. Los autobuses van hasta dejarnos justo en el despegue gracias a una pequeña vía de circunvalación habilitada a propósito... Luego después de un buen momento en el aire, cuando el aburrimiento de girar siempre en las mismas térmicas se hace sentir, aterrizamos o a las puertas del FlyPark, o en la entrada del mercado para hacer unas compras... ¡ La vida es verdaderamente dura en Iquique !
Después de una buena comida y una siesta corta, los 6 tomamos el camino de Palo Buque, el inmenso sitio de soaring que hizo la fama de Iquique en el mundo del parapente. Imaginese la duna de Pyla en versión gigante, y usted tendrá una pequeña idea de lo que es Palo Buque. Aquí todo es permitido, es un campo de juego fantástico donde se puede tomar 1000 metros de altura en algunos minutos solamente, justo a orillas del mar. Numerosos son los pilotos de maniobras que vienen aquí para practicar o intentar nuevas figuras, y para nosotros se trata de pasar allí unas horas jugando en la arena con nuestras velas. ¡ Un pasatiempo divertido, por cierto, pero un pesadumbre cuando se ven las cantidades de arena acumuladas en la tela de nuestros juguetes!
Los días pasan y se parecen, y cada noche la pasamos con los amigos discutiendo sobre parapente delante de unas muestras de cervezas locales y de grandes trozos de carne. ¡ Estamos tan acostumbrados a este ritmo, entre descanso y diversión, que nos olvidamos que también existe una aglomeración de más de 300 000 habitantes del otro lado de las barreras de FlyPark, y uno de los más grande puertos comerciales de América del Sur !
Después de una semana pasada divirtiéndose en Iquique, es tiempo para nosotros de irse de nuevo. Nuestros amigos vuelven hacia el norte mientras que empezamos la bajada a lo largo de la ruta 5, la columna vertebral de Chile. A última hora de la mañana, salimos de nuestra habitación-contenedor y nos vamos a pie hasta la salida de la ciudad para irnos a dedo. El calor es sofocante pero no tendremos que soportarlo por mucho tiempo, porque somos muy rápidamente acogidos por Juan a bordo de su camión. Pero esto es otra historia...
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